La Cooperativa Agraria Espluguense
Historia
En 1957 unos cuantos campesinos, cansados de llevar sus frutos a los comerciantes y recibir un bajo precio, decidieron formar la cooperativa. Alquilaron un pequeño local que había sido un antiguo molino antes de la guerra. Eran tiempos muy difíciles y con mucho trabajo y esfuerzo compraron un terreno y construir una primera nave. Desde entonces hemos ido ampliando y modernizando las instalaciones y la maquinaria. En la actualidad integramos la cooperativa unos 160 socios y producimos aceite y vino.
Con uva estamos dentro la D.O. Costers del Segre y la D.O. del Cava. Con sus variedades Macabeo y Parellada elaboramos renombrados cavas.
Un paisaje montañoso
Espluga Calba es un municipio de Les Garrigues, en el sector elevado de la comarca, a una altura de 434m, en la vertiente occidental de la sierra del Tallat, divisoria con la Conca de Barberá y Urgell. La mitad del terreno son bosques de pinos y demás cultivos de secano.
La orografía del terreno es muy variada, desde planos elevados de tierra
pedregosa hasta valles de tierras frescas donde se cultivan olivos,
algunos centenarios, almendros, cereales y viña.
Nuestros árboles crecen en lugares lejos de industrias contaminantes, rodeados de bosques de pinos, que purifican el aire y aportan cualidades balsámicas a los cultivos de su entorno.
Los olivos espluguenques están rodeados de plantas aromáticas como el romero, la lavanda, el tomillo y una increíble variedad de flora autóctona característica del cruce del clima mediterráneo con el continental. El suelo tiene un alto contenido mineral que nutre los árboles y da cuerpo a los frutos.
Clima de contrastes
El clima es muy contrastado, el invierno es bien frío, nieva muchos años y por las noches las temperaturas descienden bajo cero. Esto es beneficioso para los agricultores porque muchas plagas de insectos no resisten estos fríos y así se ahorran tratamientos químicos.
Las primaveras son una delicia, el clima es templado y los campos parecen jardines, con toda la amplia gama de flores silvestres. Los veranos son muy calurosos, con una fuerte insolación pero estamos en una zona especial en que la diferencia del día a la noche puede ser de 20º y, por suerte, por la tarde llega la marinada fresca y húmeda y así se reavivan los cultivos.
Para el otoño maduran las aceitunas y estas oscilaciones de temperatura durante la campaña fortalecen las plantas y dan un sabor muy especial al aceite y al vino.