Un paseo por el campo resulta siempre gratificante, especialmente en primavera. Allí respiramos aire puro, escuchamos los pájaros, vemos mariposas y todo tipo de vida salvaje, nos sentimos parte de la naturaleza y admiramos sus paisajes, descubriendo plantas que están en plena temporada, floreciendo y perfumando el entorno y puede ser una excelente ocasión para recolectar hierbas y plantas aromáticas y medicinales que pueden enriquecer nuestras recetas. Muchas son las plantas que podemos aprovechar para dar un toque especial a nuestros platos preparando aceites aromáticos con ellas.
Debemos tener en cuenta recolectar plantas que conozcamos con seguridad, lejos de carreteras, para que no estén contaminadas con los gases de los tubos de escape de los vehículos a motor, ni cerca de fábricas contaminantes, industrias químicas, vertederos o lugares recientemente tratados con productos fitosanitarios.
En nuestro país tenemos el privilegio de encontrar un buen número de especies botánicas de agradable aroma y que nos pueden ser de ayuda en la cocina, algunas plantas son muy comunes en nuestros montes y campos: tomillo, romero e hinojo entre otras. Otras son más difíciles de encontrar y su búsqueda puede ser un aliciente en nuestras excursiones. El mejor momento para cosecharlas es por la mañana cuando el sol ha secado el rocío o al atardecer, sobretodo no debemos cosecharlas en días lluviosos, la humedad que retendrían haría que no se conservaran bien, fermentarían y estropearían las preparaciones.
Recordar siempre de coger sólo unas ramitas de cada planta, mejor cortándolas con unas tijeras para hacer el menor daño posible a las matas, como si fuera una ligera poda, nunca arrancarlas con raíz, así seguiran creciendo y no perjudicaremos al medio ambiente donde se crían y siempre las encontraremos disponibles en sucesivas temporadas. Se pueden dejar secar o usarlas directamente, el proceso es muy sencillo: se limpian las plantas de hojas amarillentas y alguna hierba extraña que pueda acompañarlas y se ponen en botellas de vidrio o tarros, se llenan con aceite de oliva virgen extra como nuestro Spelunca, hasta que queden cubiertas y unos 2 cm por encima, se dejan reposar en un lugar oscuro y fresco. En unas dos semanas estará listo nuestro aceite aromático, podemos colarlo o no, al gusto de cada cual.
Otra opción es ser creativos y mezclar las hierbas que hayamos cosechado con otros ingredientes como ajos, guindillas, laurel, menta, setas secas, orégano, salvia, albahaca, tomates secos, ñoras, cebollinos, perejil, canela, cominos, pimienta en grano, nuez moscada, azafrán, clavo de olor, semillas de anís, cúrcuma, jengibre, bayas de enebro, rodajas de limón, lavanda, etc. Si tenemos un jardín o balcón con macetas también podemos aprovechar las hierbas de cosecha propia.
Las combinaciones son muchas y siempre debemos tener presente que los productos que añadamos estén mejor limpios y secos, si contienen mucha agua pueden estropear el aceite.
Estos aceites aromáticos son una buena ayuda en la cocina, enriquecen nuestras recetas con sus esencias naturales y potencian el sabor de deliciosos platos: ensaladas, carnes, pescados, verduras y potajes tendrán nuestro toque especial y original.